La historia más motivadora del mundo
¿El storytelling motiva? ¿Seguro? Para que puedas valorarlo, te contaré las historias del gran pianista, la del ratón que entró en la tienda y la del hombre que no podía vender su lavadora.
🎬 HOY lunes 2 junio 19:00 🇪🇸 sesión online en directo ABIERTA A TODOS. 💙
➡️ 📍Conéctate AQUÍ a la sesión y te contaré algunas de la 50 historias de cambio y motivación que incluiré en la guía ✏️ «Motivar es tan fácil como te cuento». 😀
La historia más motivadora del mundo
En el artículo «Cómo motivar con citas célebres» (📍aquí lo tienes), vimos que las frases o sentencias breves pueden cumplir cinco «funciones motivadoras:
1 Función informativa: ofrecer datos «motiva»
2 Función emocional o «inspiradora»
3 Función explicativa: conceptual, descriptiva o clasificadora
4 Función de imitación o «modeladora»
5 Función de consejo o instrucción: la más aplicable
Todas las historias, incluidos los relatos breves y los chistes, también cumplen estas funciones motivadoras, muchas veces con carácter metafórico.
En Motivadores.Club uso relatos, muchas veces con humor, para explicar conceptos y técnicas de motivación, como el relato del 📍director motivador o la anécdota del 📍militar jardinero.
Esta publicación está dedicada en especial al uso de historias como recursos para el cambio.
⭕️ ¿Cuál de estas 7 historias «motivará» más?
Historia (1). La motivación por EXPECTATIVAS
Historia (2). La motivación de «PROPÓSITO»
Historia (3). La motivación de PREVENCIÓN
Historia (4). La motivación del AHORA
Historia (5). La motivación por «ACABATIVA»
Historia (6). La motivación por REPUTACIÓN
Historia (7). La motivación de la DEDICACIÓN
Atentos, que os las cuento.
Historia (1). La motivación por EXPECTATIVAS
Un famoso pianista daba un recital en una fiesta.
La anfitriona le dijo:
—Haría lo que fuera por tocar como usted.
El pianista la miró pensativo y replicó:
—No, no haría lo que fuera.
La mujer, avergonzada frente a sus invitados, insistió:
—Sí, le digo que haría cualquier cosa.
El pianista negó con la cabeza:
—Le fascinaría poder tocar como yo en este momento, pero no estaría dispuesta a practicar ocho horas diarias al día durante los próximos 20 años para alcanzar este dominio.
Todos queremos «ser pianistas», alcanzar la felicidad que proporcionan el éxito y el amor correspondido y conseguir que la tostada nunca caiga por el lado de la mantequilla.
Pero hay un problema: nos motivan los deseos mucho más que los comportamientos que llevan a cumplirlos.
Nos enamoramos de los efectos
pero no de las causas.
Historia (2). La motivación de «PROPÓSITO»
Un filósofo cínico vivió largo tiempo en la Corte del rey Pirro.
Pirro, que era un conquistador, una especie de Alejandro de los persas, estaba constantemente haciendo planes de invasión y de conquista.Un día llegó donde el filósofo, quién se encontraba tumbado a la sombra de un árbol en el jardín del palacio, y le dijo:
—He hecho un plan y mañana mismo salgo con mi ejército. Vamos a cruzar el estrecho y a conquistar toda Grecia, todo el Peloponeso.
A lo cual respondió el filósofo:
—Muy bien. Y después, ¿qué?
—Después continuaremos adelante, hacia Italia, respondió Pirro.
—¿Y después?—interrogó nuevamente su interlocutor.
—Pues seguiremos y procuraremos llegar hasta el final del mundo.
—Bueno, muy bien, ¿y después?
—Bueno, ya después habré conquistado todo el mundo.
—¿Y entonces qué?—volvió a preguntar el filósofo.
Y dijo Pirro:
—Entonces podré descansar.
El filósofo concluyó:
—Bueno, si de lo que se trata es de descansar, por qué no te sientas aquí conmigo bajo este árbol y empezamos ahora.
El sentido de la vida (buena) está más en el qué que en el para qué.
Hay que valorar nuestros logros también por lo que dejamos en el camino para alcanzarlos. Y nuestros posibles éxitos futuros, por lo que tendremos que dejar.
Y no puedo evitar hacer un dos por uno trayendo este pasaje de Walden (Henry Thoreau, 1854):
Si un hombre pasea por el bosque por placer todos los días, corre el riesgo de que le tomen por un haragán.
Pero si dedica el día entero a especular cortando bosques y dejando la tierra árida antes de tiempo, se le estima por ser un ciudadano trabajador y emprendedor.
¡Como si una ciudad no tuviera más interés en sus bosques que el de talarlos!
Sería maravilloso ver a la humanidad descansando por una vez. No hay más que trabajo, trabajo, trabajo.
No es fácil conseguir un simple cuaderno para escribir ideas; todos están rayados para los dólares y los centavos.
Infelicidad es no saber qué queremos
pero matarnos para conseguirlo.
Y antes de la siguiente historia…
¿Has visto ya las 50 reglas para aumentar tu motivación? 📍AQUÍ las tienes.
SEGUIMOS…
Historia (3). La motivación de PREVENCIÓN
UN PROFESOR de universidad, para explicar el estrés a su alumnado, levantó un gran vaso de agua, lo mantuvo levantado y preguntó:
—¿Cuánto pesa este vaso de agua?
Los asistentes dijeron cantidades entre 300 y 500 gramos.
El profesor volvió a preguntar:
—¿Os parece un objeto muy pesado?».
La respuesta fue negativa casi por unanimidad.
Volvió a retomar la palabra:
—Veréis, el peso casi nunca es lo que cuenta en la vida cotidiana.
Lo importante es cuánto tiempo eres capaz de aguantar este vaso de agua.
Después de un hora te dolerá el brazo derecho.
Y si lo sostienes un día, probablemente tendrás que llamar a una ambulancia.
Aunque el peso sea el mismo, cuanto más tiempo sostengo el vaso más pesado se vuelve.Así va surgiendo el estrés. Si nos dedicamos a todas nuestras cargas todo el tiempo a veces se volverán tan pesadas que no seremos capaces de seguir adelante.
¿Cómo va tu relación de pareja? ¿Y tu actividad profesional? ¿Se han vuelto «pesadas»? 😀
Historia (4). La motivación del AHORA
Cuando conducimos tendemos a obsesionarnos con llegar y sacrificamos el viaje en aras de la llegada. Pero la vida se encuentra en el momento presente, no en el futuro.
De hecho, es posible que suframos más cuando lleguemos a nuestro destino. Pero, ¿cuál es nuestro destino final sino la muerte? No queremos ir en esa dirección, queremos ir en dirección a la vida.
Y la vida se encuentra en el momento presente. Cada kilómetro que conducimos, cada paso que damos debe llevarnos al momento presente.
Esta es la práctica de la atención. Thich Nhat Hanh
A veces dedico demasiado tiempo a estar pendiente de lo que supuestamente haré y no de lo que estoy haciendo.
A veces el perfeccionismo es la excusa para evitar el esfuerzo de hacer ahora lo que tal vez sería considerado suficientemente bueno mañana, aunque no sea perfecto.
Y esas veces siempre recuerdo esta idea de Albert Camus:
La verdadera generosidad hacia el futuro
es entregarlo todo al presente.
Historia (5). La motivación por «ACABATIVA»
Un ratón entró de noche en una tienda.
Olía todas las cosas buenas que había allí dentro: la mantequilla, el queso, el tocino, el chocolate, el pan… Se levantó sobre las patas traseras estirando el hocico y soltando un silbido de alegría.
Pero, ¿con qué debería empezar primero?
Le iba a hincar el diente a un paquete de mantequilla cuando desde algún lado le llegó el aroma riquísimo a tocino y desde otro lado el olor irresistible del queso.
A punto de empezar a devorar el queso le invadieron las fragancias del chorizo, y luego las de las zanahorias frescas.
Iba a echarle el diente a las naranjas cuando desde algún lado le llegó el aroma de las nueces, y desde otro lado volvió a oler tan rico a mantequilla.
El pobre ratón corría de un lado a otro, sabía y no sabía lo que tenía que comer primero. Y de repente se hizo de día. La gente entró en la tienda y echaron de allí al ratón. Y éste les contó después a los otros ratones:
—Nunca jamás volveré a esa tienda. ¡Cuando quieres empezar a comer te echan fuera!
Séneca, un amigo cordobés, dijo que «las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien».
Lo que no dijo es que creer que algo está «medio terminado» suele ser una expectativa irreal.
A veces me comporto como el ratón del cuento (28 historias para reírse, Ursula Wolfel) y dedico gran parte del tiempo a preparar nuevas publicaciones y proyectos sobre temas que me van interesando y procrastino con los que tengo iniciados.
En esos momentos de indecisión es cuando suelo recurrir a una de mis autoinstrucciones fetiche que me recuerdan el camino a seguir:
La iniciativa motiva,
pero más motiva la «acabativa».
Historia (6). La motivación por REPUTACIÓN
Un hombre de mi pueblo compró una lavadora nueva.
Para librarse de la vieja la dejó enfrente de su casa con un cartel que decía:«Gratis. Si la quiere se la puede llevar».
La lavadora permaneció allí durante 3 días, sin que la gente que pasaba se dignara mirarla.
El hombre llegó a la conclusión de que la gente no creía en la oferta. Era demasiado buena para ser verdad, por lo tanto cambió el cartel:
«Lavadora usada en venta por 50 €»
Al día siguiente se la habían robado.
De este relato se desprende una moraleja muy clara:
Estamos más motivados por conseguir, no lo que es valioso, sino lo que nos parece valioso.
Dijo Friedrich Nietzsche que «nos las arreglamos mejor con nuestra mala conciencia que con nuestra mala reputación».
Dicho de otra forma: nos importa más cómo nos ven que cómo somos.
Por eso muchos invertimos tanto tiempo en parecer profesionales en LinkedIn, el templo sagrado de las apariencias.
En la empresa, la reputación profesional es uno de los motivadores más «baratos» y efectivos y sus mayores símbolos son los nombres de los puestos de trabajo y su posición en el organigrama.
Historia (7). La motivación de la DEDICACIÓN
Si haces cosas, pasan cosas.
Si no haces nada, pasan o no pasan, pero aprendes poco.
Una mujer decidió un día que su deseo más ferviente era convertirse en escritora.
Salió temprano de su casa y compró 5000 lápices y un brillante sacapuntas.
Desde ese momento la familia debería hablar susurrando y andar de puntillas por la casa para no molestar a su novelista preferida.
Esa misma tarde se sentó en su escritorio, cogió del cesto uno de los lápices, lo afiló esmeradamente con el lustroso sacapuntas y se dispuso ufana a escribir su libro.Pasaron las horas y mientras esperaba la inspiración afiló con dedicación muchos otros lápices con el reluciente sacapuntas.
Al final del día no había redactado una sola palabra. Todas las mañanas afilaba sus lápices y se preparaba para cumplir su sueño de escribir un libro.Un día se dio cuenta de que jamás lograría empezarlo y terminó de afilar con deleite y perfección el resto de los lápices que le quedaban con el radiante sacapuntas.
Y así, sin quererlo, se convirtió en la campeona del mundo afilando lápices, en la más experta afiladora de la Tierra.
Cuando recuerdo este relato (29 historias disparatadas, Ursula Wölfel) me gusta imaginarme a la familia en silencio, expectante, arropando el anhelo y la determinación de su esposa, de su madre o de su hija, dándole cariñitos en sus momentos de frustración y, finalmente, admirando su habilidad como afiladora.
La ficción suele quedarse corta.
Una parte de nuestra vida es infructuosa en apariencia. Pero lo que hacemos siempre nos está llevando a alguna parte, a veces incluso a sitios deseables, por inesperados que sean.
En Annie Hall (Woody Allen, 1978) un paciente le decía al doctor que su hermano se creía que era una gallina:
—¿Por qué no me lo trae entonces?, le dijo el médico
—No puedo, necesito los huevos.
Sea lo que sea que estés haciendo, tu motivación depende también de que alguien valore tus huevos.
La vocación no se espera, la vocación se construye.
Te puede interesar casi todo si le das oportunidad.
¿Cuál de las historias te ha parecido más influyente para cambiar el comportamiento?
«VALE, ALFONSO. Pero yo entré aquí para conocer la historia más motivadora del mundo. ¿Cuándo vas a a contarla?»
Esta TARDE. ¡Vente! 😀 ⬇️ ⬇️ ⬇️
🎬 HOY lunes 2 junio 19:00 🇪🇸 sesión online en directo abierta a TODOS. 💙
➡️ 📍Conéctate AQUÍ a la sesión y te contaré el «relato breve más motivador del mundo», y algunas de las 50 historias de cambio y motivación que incluiré en la guía «Motivar es tan fácil como te cuento». 😀